“Debemos seguir avanzando en desarrollar una industria del litio en todo ámbito”

La nueva directora de Cesco, Daniela Desormeaux, asegura que existen variadas aunque complejas opciones para generar una industria de valor agregado en torno a este metal blando, y que si bien existen barreras geográficas y económicas, el país tiene una posición privilegiada en cuanto a costo respecto de competidores como Australia y China. Y pese a la incertidumbre generada por la guerra comercial entre China y Estados Unidos y las dificultades del país para transformarse en productor de baterías eléctricas, la economista asegura que los fundamentos de esta industria siguen siendo sólidos, gracias a la transición energética hacia la electromovilidad que llegó para quedarse.

“No necesariamente podemos ser competitivos en todos los aspectos, sin embargo considerando el potencial de crecimiento del litio para electromovilidad, se debe tener una visión de largo plazo que busque cómo podemos crear en Chile mayor valor”. Así resume Daniela Desormeaux, directora del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco) y Market Intelligence en Minerales y Commodities en signumBOX, la situación del país en la industria del litio. Una posición que hoy es cuestionada debido a las dificultades para atraer empresas que desarrollen el mercado local.

En entrevista con Cesco, la economista de la Universidad Católica asegura que pese a las barreras que enfrenta Chile para generar esta industria de valor agregado en torno a este mineral, el país debe mirar a largo plazo y buscar su posición en la cadena de valor, a través de un mercado adecuadamente regulado, pero basado en una estrecha relación Estado-empresa.

Los últimos años se habla del boom del litio, principalmente por sus aplicaciones en tecnología y almacenamiento de energía.¿Está Chile en una buena posición para liderar la oferta? ¿Cómo estamos respecto de competidores como Australia y China?

El concepto de liderazgo se puede evaluar desde diferentes perspectivas. En la actualidad podemos decir que Australia es el líder ya que es el mayor productor en términos de producción de litio “primario” (concentrado de litio). Sin embargo, recién este año comenzará a producir químicos de litio (hidróxido de litio), lo que en Chile se produce ya desde hace muchos años. En términos de producción de químicos de litio, China lleva la delantera.

Otra forma de ver el liderazgo es en relación a los costos de producción. Chile tiene las mejores y mayores reservas de litio del mundo, lo que junto con óptimas condiciones ambientales, hace que la producción de químicos de litio en Chile tenga importantes ventajas en costos, en relación a su principal competidor, China. Sin embargo sabemos que eso no es todo, y que debemos seguir avanzando en desarrollar esta industria en todo ámbito, con el objeto de asegurar una producción sustentable y sostenible por muchos años más.

¿Por qué se ha dificultado la instalación en Chile de la industria de valor agregado en litio? ¿Qué estrategia cree debe ser la adecuada para que la nueva convocatoria sea exitosa y Chile logre atraer a empresas a producir productos de valor agregado en litio?

Cuando se habla de valor agregado las opciones son variadas y a su vez complejas. La experiencia en otras industrias (el cobre, por ejemplo) nos ha mostrado que no necesariamente podemos ser competitivos en todos los aspectos. Sin embargo, considerando el potencial de crecimiento del litio para electromovilidad, se debe tener una visión de largo plazo que busque cómo podemos crear en Chile mayor valor.

En relación a la industria de baterías para vehículos eléctricos, una de las dificultades, entre muchas, radica en que esta industria se encuentra en proceso permanente de desarrollo e innovación, y todavía no se conoce la combinación de materiales y tecnología óptima que permita baterías con una alta “performance” (autonomía y potencia) y estables térmicamente. Por citar un ejemplo concreto, aún no se tiene certeza si el material que se utilizará de manera predominante en los cátodos será el hidróxido de litio o el carbonato de litio; ello depende de cómo evolucione el mercado, y por cierto también la tecnología. Con el desarrollo de las baterías de estado sólido, no sabemos el impacto que tendría sobre materiales del tipo fluoruro de litio (actualmente utilizado como material de electrolito), o si se comenzará a usar en mayor medida litio metálico.

Otra dificultad: las baterías contienen otros minerales, no sólo litio – que no necesariamente se encuentran en el país o en la región – y sobre los cuales también existe incertidumbre con respecto a su futuro uso. Finalmente, nuestro país se encuentra lejos de los centros de fabricación de ensamblaje de baterías y uso final, lo cual por cierto complejiza el modelo. Sin embargo, ese es el panorama actual, y sabemos que a futuro ello puede ir cambiando a medida que más países empiezan a implementar políticas a favor de la electromovilidad.

¿Cómo crees que el nuevo escenario comercial entre USA y China impacte el abastecimiento de metales y minerales críticos para la transición energética que vive el mundo?

El escenario es complejo y la industria del litio no está exenta a la incertidumbre que esto genera. Vemos una demanda algo más lenta, y que está a la espera de cómo se vaya a resolver este conflicto. Sin embargo, la electromovilidad no es algo del futuro, y la transición energética en este sentido ya la estamos viendo. Cada vez son más las empresas y países que se suman, con considerables inversiones en este ámbito. Por tanto con una mirada de más largo plazo, creo que los fundamentos de la industria del litio siguen siendo sólidos, mucho más que los de cualquier otra industria de minerales.

Recientemente la Cámara de Diputados aprobó declarar de interés nacional las actividades ligadas al litio, que declara que el Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas, incluyendo a los salares.¿Qué opinión tiene sobre esta medida?

Creo que este tipo de medidas generan incertidumbre y ponen trabas al desarrollo de la industria. Sí me parece que el rol del Estado es clave para la industria del litio; los salares son ecosistemas sensibles, y la producción de litio genera externalidades. Para ello se necesita de una relación estado-empresa cercana, con mecanismos de monitoreo de estándares elevados y transparentes, con reglas claras y fiscalización permanente.

¿Qué pasa con los precios? ¿Hay proyecciones sobre el impacto del litio en la actividad minera y economía chilena?

Entre los años 2015 y 2017 los precios de los distintos compuestos de litio prácticamente se triplicaron, situación que no se observó en ninguna otra industria. En mi opinión, ese aumento en precios fue mayor al crecimiento en los fundamentos del mercado, por tanto lo que estamos viendo hoy día es una “normalización” de los precios, hacia unos precios de equilibrio o de largo plazo (inferiores de los de hoy).

Con respecto a las proyecciones, si bien el crecimiento de la industria del litio es considerablemente mayor al de otras industrias – estimamos un crecimiento promedio de la demanda de litio de entre 12% a 14% promedio por año durante los próximos 15 años – el impacto sobre la economía chilena seguirá siendo muy menor en relación a la industria del cobre, por ejemplo.