Cobre: enemigo del SARS-CoV-2

¿Cuánto dura el virus SARS-CoV-2 en distintas superficies? La pregunta fue contestada recientemente en un artículo publicado por el New England Journal of Medicine, donde científicos rociaron el virus en distintas superficies, para comprobar la durabilidad de éste en el ambiente.

Ya es conocido que el coronavirus -su nombre más conocido- se propaga a través de gotas de saliva que se liberan cuando una persona infectada tose, estornuda, o incluso, habla. Dada la facilidad del contagio, es que un grupo de científicos del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos junto a otros investigadores, simuló cómo sería la propagación del virus en el aire y en distintas superficies.

Plástico, cartón, acero inoxidable y, por supuesto, cobre. Estas fueron las superficies investigadas por los científicos, que determinaron que el virus se mantiene más estable en el plástico y acero hasta incluso 3 días después de la contaminación. En cartón, el SARS-CoV-2 sobrevivió hasta un día.

Pero el cobre hizo la diferencia, al ser la superficie más hostil probada, donde el virus sólo duró cuatro horas. Si bien es altamente conocida la propiedad antibacterial del metal rojo, que logra eliminar bacterias y gérmenes, este nuevo descubrimiento abre una puerta para seguir innovando en materia de salud.

Cabe destacar que hay diversas iniciativas ligadas a la salud de las personas que utilizan el cobre como base en Chile. Ejemplo de ello es el uso de superficies de cobre en los mesones de atención de la Policía de Investigaciones en Migración del Aeropuerto de Santiago, la Sala UCI del Hospital del Cobre que utiliza el metal en distintos objetos, o la aplicación de cobre en los molinetes de acceso a los juegos del parque de diversiones Fantasilandia.

Por qué el virus puede sobrevivir más tiempo en algunas superficies que en otras, sigue siendo un misterio. Para los científicos, podría tener relación con la consistencia de la superficie, donde el cartón es más poroso que el acero, el plástico o el cobre. Sin embargo, los investigadores han asegurado que los resultados deben interpretarse con precaución.