Adjudicación del Instituto Chileno de Tecnologías Limpias: En la recta final

Si bien inicialmente mayo sería el mes donde se daría a conocer qué consorcio se adjudicaría el proyecto impulsado por Corfo, este proceso se ha retrasado algunos meses, primero por el estallido social de octubre, y luego por la pandemia. Sin embargo, la entidad estaría ad portas de definir, de una vez por todas, al consorcio ganador.

En juego están US$ 193 millones para invertirse en el transcurso de 10 años. Este monto es parte del “Contrato Salar de Atacama”, acuerdo alcanzado por Corfo y SQM durante el mes de enero de 2018, donde se definió, entre otras cosas, darle valor agregado al litio.

En ese sentido fue que, durante abril de 2019, se lanzó la convocatoria de consorcios nacionales e internacionales para la creación del que será el mayor centro de investigación y desarrollo en el país en esta materia: el Instituto Chileno de Tecnologías Limpias (ITL), en la Región de Antofagasta.

“La industria del litio tiene un potencial enorme y se hace fundamental incorporar altos niveles de tecnología”, señaló en su momento el vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas. “Esta es una gran oportunidad para innovar y crear productos y proyectos exportables a todo el mundo».

Debido al estallido social de octubre de 2019, la pandemia por Covid-19 y la solicitud de más antecedentes por parte de Corfo a los conglomerados, la convocatoria sufrió una modificación en sus plazos, retrasando el proceso. Es así como en abril de este año, se anunció a los cuatro proyectos que competirían por el ITL -uno de ellos desistió en el camino-, y se dio a conocer la fecha para dar a anunciar al ganador: el 15 de mayo de 2020. Sin embargo, hasta ahora, esto no ha sucedido.

Al ser consultados al respecto, desde Corfo señalan que “el ITL será el mayor centro de su tipo en el continente y beneficiará a la Región de Antofagasta y al país en general aprovechando nuestras ventajas por medio de la innovación, y generando con ello más oportunidades para reactivar nuestra economía. El proceso no ha estado exento de desafíos producto de la actual contingencia, pero esperamos lo antes posible anunciar los resultados del concurso”.

Lo que faltaría del proceso, dicen conocedores de este, es que se concrete la reunión del Consejo Directivo de la institución: “esperamos que próximamente se anuncie al conglomerado que se adjudicará el proyecto, a mediados de octubre o principios de noviembre”.

Este Consejo Directivo está conformado por los Ministros de Economía, Hacienda, Relaciones Exteriores, Desarrollo Social, Agricultura y Ciencias, además del vicepresidente de la entidad, y un miembro externo.

Lo que ofrecen los consorcios

Si bien originalmente había cuatro consorcios en competencia, uno de ellos, la Planta fotovoltaica Vallenar 1: Implementación de baterías de Vanadio, desistió de su postulación. Los otros tres consorcios, liderados por la Corporación Alta Ley, Fundación Chile y la Associated Universities Inc. (AUI), se encuentran en la recta final, a la espera de que Corfo anuncie al ganador. Y este deberá desarrollar conocimiento y nuevas soluciones tecnológicas al alero de universidades e institutos de investigación, tanto nacionales como internacionales, además de privados.

En el caso de la Corporación Alta Ley, a través de la Asociación para el Desarrollo del Instituto de Tecnologías Limpias (Asdit), la entidad apuesta por la industria del hidrógeno verde como columna vertebral de su propuesta. Asdit además, cuenta con el respaldo de la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), ocho centros de investigación y 11 universidades chilenas.

El proyecto se basa en cinco plataformas colaborativas: hidrógeno, solar, agua, litio y nuevos materiales, con una cartera de más de 200 proyectos. En total se consolidarían aportes de US$400 millones aproximadamente, para el funcionamiento del ITL.

“Nuestro foco ha sido generar una nueva industria de exportación de hidrógeno”, señala Víctor Pérez, director ejecutivo de Asdit. “Para producir hidrógeno, necesitas agua, energías renovables, y almacenar energías, ahí entra el mundo del litio, y necesitas un demandante, que es la minería verde”.

“La propuesta tiene una profunda vocación regional”, señalan desde el conglomerado. “Es a partir de los recursos que se generan en Antofagasta que se modela una propuesta de desarrollo que genera empleo, conocimiento y bienestar a sus habitantes y de ahí a Chile y el mundo”.

Por otra parte, Fundación Chile articula el consorcio ITL Chile, donde participan importantes entidades internacionales, como el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el Instituto Nacional Francés para la Transición Energética (CEA-Liten), el Instituto de Energía de la Universidad Estatal de Colorado (CSU), y el Centro Aeroespacial Alemán (DLR).

“Se construyó un diseño en base a principios de agilidad, cercanía con la industria y gestión de conflictos agenciales que logró la puntuación más alta entre todos los postulantes”, se explica en la memoria de Fundación Chile sobre la postulación. Esta propuesta contará con proyectos en áreas como energía solar, hidrógeno, electrificación y extracción sostenible de litio, entre otras cosas.

Desde la entidad han señalado además, que se concentrarán en los últimos desarrollos más importantes del mundo, para no replicar investigaciones que se están desarrollando en otros lados. “Hay que subirse a la integración de soluciones o pilotos industriales y semi industriales y hacer la última milla de estos desarrollos en Chile. Esto genera aprendizaje para ir haciendo proyectos más sofisticados y traccionar el desarrollo de proveedores locales, para que en el largo plazo puedan exportar», explicó en ese entonces el ahora ex gerente de negocios y sustentabilidad de Fundación Chile, Andrés Pesce.

Por último, el tercer conglomerado, liderado por la AUI, cuenta con 22 asociados, entre los que destacan Asexma, Enel Generación Chile, Colbún o Engie Latam, además de otras entidades.

Desde AUI -que reúne a las universidades norteamericanas Columbia, Cornell, Harvard, Johns Hopkins, MIT, Pennsylvania, Princeton, Rochester y Yale-, han destacado este proyecto como una oportunidad no solo para la Región de Antofagasta y Chile, sino que también para la humanidad.

“No buscamos cambios incrementales en la tecnología. Nuestro objetivo es lograr saltos exponenciales en nuevas tecnologías, de alto valor agregado, que generen inversiones regionales aplicando estas nuevas tecnologías, con la fabricación regional insertada dentro de las cadenas globales de valor”, explicaron representantes del conglomerado a medios de la región de Antofagasta, en una visita realizada en junio de 2019.

“Nuestro objetivo es producir un gran impacto en el desarrollo regional, con una importante generación de empleos especializados, un sector minero más productivo y sustentable, y el desarrollo de profesionales y técnicos en ciencias aplicadas”, añadieron.

De estos tres conglomerados, se elegirá al que cumpla mejor las expectativas de Corfo, poniendo a Chile en la vanguardia de las tecnologías asociadas al litio, y transformándolo en un polo de innovación en la materia.