Cesco presenta resultados de su estudio “Revolución tecnológica en la gran minería en la región Andina”

Al lanzamiento asistieron más de 200 personas, quienes pudieron conocer los principales obstáculos y oportunidades para que esta transición sea exitosa en Chile, Colombia, Ecuador y Perú.

El Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), presentó los principales resultados del estudio “Revolución tecnológica en la gran minería de la Región Andina”, el que se basó en el juicio experto de distintos actores del sector. En el documento, además de dar a conocer los principales obstáculos y oportunidades que facilitarán la incorporación de estas nuevas soluciones en la industria minera del cobre en Chile, Colombia, Ecuador y Perú, se sugieren iniciativas de cooperación y la acción de los Gobiernos, para  lograr un proceso exitoso.

El estudio se enmarca en el proyecto “New Tech, New Deal” del Foro Intergubernamental sobre Minería, Minerales, Metales y Desarrollo Sostenible (IGF), del Centro para la Inversión Sostenible de la Universidad de Columbia (CCSI) y el Programa de Valor Compartido en Minería.

Al evento de lanzamiento asistieron más de 230 personas. La bienvenida estuvo a cargo de Jaqueline Taquiri del IGF, quien destacó que este estudio va en línea con el trabajo realizado por IGF en cuanto a los impactos que las nuevas tecnologías tendrán en el sector minero, y cómo esta revolución traerá consigo beneficios y algunas dificultades. Al respecto, Taquiri señaló que “esto va a ser una cuestión crítica, de la licencia social para operar, y que los gobiernos y las empresas van a tener que enfrentar. Desde la IGF estamos explorando esto a través del trabajo de ‘New Tech, New Deal’, para definir qué políticas se necesitan para asegurar que la minería pueda seguir haciendo una contribución plena al desarrollo sostenible, en países como Chile, Perú, Bolivia, Ecuador o Colombia. En ese contexto, el estudio de Cesco es una importante contribución para este trabajo”.

Asimismo, destacó que el estudio impulsado tiene una relevancia pragmática de las recomendaciones, como por ejemplo, “el llamado a crear grupos regionales de excelencia minera en materia de camiones de transporte, o estos llamamientos a un liderazgo público y privado coordinado, que son fundamentales, y por supuesto que aplaudimos el planteamiento de encontrar soluciones que permitan una mayor productividad en el sector minero, y tengan en cuenta la necesidad de un desarrollo sostenible inclusivo”.

El estudio

La investigación estuvo a cargo del director de Cesco y consultor internacional Osvaldo Urzúa, quien durante su presentación explicó que el propósito del estudio fue “identificar los factores centrales que deberían considerar las políticas públicas o esfuerzos colectivos, para que la adopción de nuevas tecnologías se desarrolle de forma exitosa. Sabemos que las nuevas tecnologías hay que incorporarlas, que es un imperativo no solo de productividad, sino que también para dar continuidad a la industria minera. Pero al mismo tiempo, sabemos que el desarrollo exitoso de esa adopción, tanto desde el punto de vista de productividad, o desde el punto de vista del impacto en el desarrollo a nivel local, regional o a nivel nacional, no está garantizado. Para eso se requiere una agenda coordinada y muy activa tanto de política pública y esfuerzos colaborativos entre los distintos actores del ecosistema minero en toda la región Andina”.

Urzúa explicó que esta primera etapa es una mirada exploratoria general, en donde se definen los factores que se deben considerar en la elaboración de las políticas, pero no se definen con precisión áreas específicas, ya que estas se abordarán en una siguiente etapa, donde se avance en la definición de una agenda en torno a temáticas mucho más específicas y concretas.

El director de Cesco además, explicó que para la investigación se analizó el impacto de la adopción de nuevas tecnologías, más allá del tema digital, y se analizó cómo estas soluciones pueden impactar el desempeño las operaciones mineras tanto desde el punto de vista de la mejora operacional en la producción, como en temas de seguridad y en términos de desempeño medioambiental y social.

“Analizamos también en qué medida la transformación que está viviendo la industria minera producto de la adopción de nuevas tecnologías puede dar un impulso también a la transformación productiva más allá del sector minero. Por ejemplo, si hablamos de la incorporación de la electromovilidad en la industria, en qué medida ese esfuerzo genera una base, un trampolín, para impulsar de manera más ágil el uso de electromovilidad en otros sectores”, explicó Urzúa durante su presentación.

El consultor explicó además que “queremos ver en qué medida el Covid-19 está siendo un catalizador de este proceso, si eso está siendo aprovechado para poder transitar hacia el uso de estas nuevas tecnologías y como las políticas públicas y los esfuerzos colaborativos efectivamente transforman este ciclo en un ciclo virtuoso, para transitar a un proceso de creación de valor. Vemos que si no resolvemos las barreras o los desafíos, podríamos estar perdiendo una oportunidad de utilizar el pleno potencial que acompaña el cambio tecnológico y las revoluciones tecnológicas como la que estamos experimentando hoy”.

Urzúa añadió que este proceso de creación de valor impactaría de forma distinta a las comunidades locales, como a las regiones mineras y a las ciudades que están en estas regiones, así como también a las áreas metropolitanas. “Quisimos ver cómo este conjunto de variables estarían impactando cada uno de estos niveles, y qué tipo de políticas permitirían un impacto positivo tomando en cuenta las particularidades de estos tres niveles o unidades geográficas. Parte del análisis y parte de las conclusiones de este estudio, y para entender de mejor forma sus alcances, es poder tener una visión más holística y más sistémica de lo que es esta revolución tecnológica que está en despliegue”.

El director de Cesco explicó además que la literatura relacionada a esta temática está más centrada en la tracción digital, y hay un poco menos de énfasis en la revolución tecnológica asociada a lo que se ha llamado la tracción sostenible. “Si bien son dos procesos tecnológicos que están vinculados, que no están completamente separados, la atracción digital afecta la tracción sostenible, y viceversa. También tienen particularidades estos dos ámbitos de desarrollo tecnológico, y cuando uno mira este sistema con esos dos componentes, aparecen mejores oportunidades para aprovechar de mejor forma el potencial, de generar beneficios, de generar desarrollo, pero también aparecen más oportunidades para poder mitigar aquellos efectos no deseados”.

Para revisar los principales hallazgos del estudio, haga clic acá.

Cooperación regional

Posteriormente a la presentación del estudio, se realizó un panel de discusión que contó con la moderación de la directora ejecutiva de Cesco, Alejandra Wood, y la participación del director del Clúster Minero del Sur del Perú, Benjamín Quijandria; y de Cleve Lightfoot, jefe de innovación de BHP y director en Fundación Chile. En la instancia, se conversó en torno a las barreras que se han presentado para articular el trabajo colaborativo relacionado al desarrollo tecnológico local, analizando el caso de Perú, y la experiencia de BHP en la materia.

Para finalizar, Nicolas Maennling, asesor principal de GIZ, destacó tres aspectos relacionados al estudio y al panel de conversación del evento, relacionados a la aceleración de la transición tecnológica, acentuada por la pandemia; a la mirada holística del proceso, desde el punto de vista de las oportunidades y desafíos que conlleva, y la vinculación entre la tracción digital y la tracción sostenible, las que juegan un rol fundamental para la transición tecnológica y que sus impactos sean entendidas y aceptadas en las regiones mineras, donde se puede percibir que los impactos son más negativos que positivos; y por último, el rol de la cooperación, tanto entre el sector privado y público, como también entre los países andinos.

“La cooperación entre el sector público y privado será esencial para apoyar a los actores que podrían ser afectados negativamente por la transición tecnológica, como por ejemplo a través de programas de capacitación de nuevas habilidades para el sector minero. También hay oportunidades de cooperación en las inversiones necesarias para la infraestructura digital en el sector minero que también pueden mejorar los servicios públicos en esas regiones. Un enfoque coordinado regional es más probable de tener éxito que con un enfoque de empresa por empresa, o de país por país ya que existen oportunidades de escala, y de especialización”, finalizó Maennling.

Revive el lanzamiento del estudio "Revolución Tecnológica en la Gran Minería de la Región Andina"